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Jorge Herrera Caldera es un peligro para Durango

Con este título me llegó un email y luego de leer el artículo, no me queda duda de que tiene razón, si ya desde antes sospechaba que alguien con su historial no puede ser para nada bueno, en fin, léanlo y si gustan (y pueden) comenten. Lo curioso es que quien lo envió, afirma que viene (el reenvío)de parte de un priista.


LISTA LA MAQUINARIA PARA LIQUIDAR AL ESTADO
                                                Guillermo Fabela Quiñones

             La maquinaria gubernamental para encauzar el “triunfo” de Jorge Herrera Caldera en los comicios de julio próximo está lista. Todo está preparado para lograr una “victoria” contundente que despedace los sueños de la Coalición “Lo que nos une es Durango”, y así asegurar el continuismo de una camarilla despótica que sueña mantenerse en el poder por tiempo indefinido. Llama la atención cómo los ex gobernadores cerraron filas en torno al abanderado de Ismael Hernández Deras, hecho demostrativo de que el aparato partidista está al servicio de una oligarquía, no de sus militantes. Ante tamaña evidencia, es presumible que las bases del PRI habrán de emitir su voto por el candidato que más se identifica con ellas, quien por eso mismo fue hecho a un lado. La paradoja es más que manifiesta: el candidato más ajeno al partido tricolor, por su nula militancia y sus convicciones ultra conservadoras, es quien ahora lleva sus colores, por un capricho absurdo del jefe del aparato de gobierno. Y por otro lado, quien verdaderamente se identifica con las causas populares, no tuvo más remedio que acceder a la contienda electoral por conducto de la Coalición “Lo que nos une es Durango”.
             Es tan obvia la circunstancia, que los priístas de base tienen plena conciencia de que su voto debe ser por José Rosas Aispuro. Sólo así cumplirán con sus convicciones y contribuirán a derrotar una maniobra que de cumplirse dañaría no sólo al PRI, sino sobre todo a la sociedad en su conjunto, al cancelarse la posibilidad de poner punto final a una etapa de gran corrupción, que amenaza con aniquilar por completo el futuro de la entidad. El colmo de esta paradoja está en que toca a los priístas de verdaderas convicciones derrotar al candidato que dice representarlos, pero que en los hechos no representa otra cosa que los mezquinos intereses de quien desea mantenerse como cacique por décadas, según sus propios dichos. Lo más aberrante de esta realidad, es que los ex gobernadores se presten a coadyuvar al éxito de esta maniobra perversa, que de llevarse a la práctica cancelaría toda posibilidad concreta de progreso en la entidad, con las consecuencias sociales que cabría esperar: más pobreza y marginación, más inseguridad pública y violencia en las calles.
             Asombra el empeño que están poniendo en hacer fracasar los esfuerzos de un correligionario que, con hechos, ha demostrado verdadero interés por impulsar cambios positivos en una sociedad largamente envilecida por el conservadurismo más canallesco, que ha contribuido a estancar a Durango en todos los aspectos. Con las riquezas naturales, la ubicación estratégica del estado, la reciedumbre de su gente, la entidad está llamada a cumplir grandes expectativas de amplio desarrollo social, hasta ahora maniatadas por intereses oligárquicos de camarillas que sólo han pensado en sus intereses, situación que ahora pretende llevar a sus últimas consecuencias un mandatario con visión “empresarial” y ambiciones sin límite, quien supone que tiene patente de corzo para adueñarse del estado porque para eso es gobernador. Los militantes de convicciones del PRI saben que esta es la verdad que subyace en la designación de Herrera Caldera como candidato del tricolor, de ahí su desencanto, que podrán revertir en las urnas votando por Rosas Aispuro. Saben que no tienen otra opción para evitar un crimen de lesa humanidad contra la sociedad duranguense.
             Esto mismo deben saberlo quienes tienen intereses empresariales ajenos a los de Hernández Deras. Seguramente deben saber también, con toda claridad, que contribuir al éxito de su plan continuista será altamente lesivo para ellos, pues se les cancelaría toda posibilidad de mantener su independencia. En el proyecto continuista destaca el hecho de que toda la economía de la entidad giraría en torno a los intereses de Hernández Deras, de ahí lo canallesco y absurdo de este proyecto. Se equivocan rotundamente quienes suponen que una vez en el poder Herrera Caldera se sacudiría fácilmente el yugo de su patrocinador. Quienes lo piensen no conocen las profundidades del alma de alguien con las ambiciones de Hernández Deras, quien definitivamente se equivocó de época, pues debió haber nacido en tiempos del dictador Porfirio Díaz, cuando su condición humana habría tenido enormes posibilidades de realización.
             Es muy lamentable que Durango tenga que enfrentarse a un proceso electoral tan conflictivo como el que se avecina, lo que contribuirá a tensar aún más a una sociedad atenazada por problemas tan graves como la creciente violencia, una pobreza cada vez más lacerante y una descomposición social que podría cancelar las posibilidades de desarrollo de toda una generación. Por eso es vital que la sociedad entera cierre filas en torno a José Rosas Aispuro, la única alternativa ante un proyecto continuista que debe ser derrotado, so pena de cancelar definitivamente el progreso de los duranguenses, quienes quedarían convertidos en marionetas de un grupo oligárquico que sueña con un futuro dorado, exclusivamente para sus muy pocos integrantes. La Coalición “Lo que nos une es Durango”, es el brazo político que podría frenar, con el voto de los priístas conscientes, un proyecto que acabaría con toda posibilidad de una vida mejor para miles de jóvenes. Todos los electores deben tener muy claro que un voto por Jorge Herrera Caldera no es un voto por el PRI, sino por un grupo ultra conservador que en los hechos actúa en contra de los principios y programa de su propio partido.







Escuchando: Jeanette - El Muchacho De Los Ojos Tristes